Como creyentes nuestro principal objetivo debe ser conocer a Dios, y su voluntad en nuestras vidas. La palabra “Biblia” viene de la palabra griega Biblion, que significa “libro”. La Biblia, entonces, es el “libro” de la iglesia. Esta es una excelente descripción de su lugar y función en nuestra comunidad cristiana.
La biblia es esencial para tener una relación profunda con Dios. Está claro según Romanos 1:20 que las personas podemos saber acerca de Dios a partir de una revelación general y que sin las sagradas escrituras, las personas pueden conocer el poder de Dios y la naturaleza divina al ver su creación. También conocer la ley de Dios porque está escrita en sus corazones. (Romanos 2:14-15)
Sin embargo, hay una gran diferencia entre saber acerca de Dios y conocerlo personalmente. Todos saben de Dios, saben que existe, aunque lo nieguen, por lo que no tienen excusa si lo rechazan, pero solo una fracción lo conoce verdaderamente. La Biblia es la verdad fundamental que enseña la historia del universo, el origen del pecado, la razón de la muerte, la moralidad, entre otros importantes puntos de la vida. Gracias a la Palabra de Dios, y a través de nuestro Señor Jesucristo la humanidad puede aprender el mensaje de salvación.
Y como se lo importante que es entender la palabra de Dios, el día de hoy quiero explicarte detalladamente una parte importante de las sagradas escrituras, como lo son los versículos. Entender todo lo que encierra la historia del mundo nos ayudará a no perder la visión de lo que Dios quiere para nosotros.
¿Qué son los versículos de la biblia?
El mensaje de salvación eterna es el tema central de las escrituras, pero la biblia revela mucho más que eso. Incluso Dios quiere que vivamos plenamente dentro de sus mandatos. A través de los diferentes ejemplos de figuras, personajes, reyes y protagonistas bíblicos podemos aprender lo que le agrada a Dios y lo que no. Su palabra también nos da instrucciones directas a los creyentes sobre cómo debemos actuar.
Sabemos que en la generalidad los versículos son la forma en las que más comúnmente podemos conseguir divididos de manera segmentada los capítulos de algunos libro, sobre todo los materiales y recursos que tienes contenido religioso, y el caso más importante de la historia es la bíblia.
Las sagradas escrituras, sin ninguna duda, tienen una particular división en oraciones o frases que se vuelven características de cada capítulo. A lo largo de la historia versículos únicos de la biblia han tomado vida propia y se han hecho más que especiales para de millones de creyentes alrededor de todo el mundo.
La inspirada e infalible Palabra de Dios fue dada a nosotros por muchas razones: para enseñarnos, reprendernos, corregirnos, e instruirnos en la justicia; también es la clave para que podamos estar completos y equipados para toda buena obra, como lo dice 2 Timoteo 3:16-17.
Leer las Sagradas Escrituras y sus versículos puede hacerte encontrar la dirección de tu vida y aprender cómo servir mejor a quien dió la vida por nosotros.
¿Por qué la biblia en versículos?
En principio los escritores de la biblia no se encargaron de dividir en versículos el mensaje de Dios, solo se dedicaron a escribirlo para que quien decidiera leerlo pudiera hacerlo por completo y no fragmentos sueltos, y que hicieran eso es normal; ¿Todos leemos un libro corrido? ¿Cierto?, pues lo mismo querían los escritores de la Palabra de Dios. Y finalmente, todos aspiramos leerla completa y no solo pequeños trozos de ella.
Algunos círculos cristianos, hicieron varios intentos diferentes a lo largo de los siglos para subdividir los libros bíblicos en pedazos más pequeños para facilitar la referencia a pasajes específicos, especialmente en las escuelas europeas de finales de la Edad Media y principios del Renacimiento.
El sistema de capítulos que se usa en la actualidad generalmente se acredita a Stephen Langton, quien se desempeñó como Arzobispo de Canterbury a principios de 1200, y su primer uso fue en copias de la versión de la Vulgata latina.
Un rabino del siglo XIV, Solomon ben Ishmael, parece haber adaptado las divisiones de los capítulos de Langton para su uso en las Biblias hebreas, complementando las divisiones de versículos existentes en el Texto masorético. Robert Estienne introdujo las divisiones del verso del Nuevo Testamento en la década de 1550.
Hoy en día, casi todas las Biblias modernas usan el mismo sistema de versículos y capítulos. Las biblias destinadas principalmente a judíos generalmente también indican parashot (nombre de cada una de las 54 partes de la Torá) y posiblemente sedarim (órdenes).
El sistema común divide cada libro bíblico en capítulos y divide cada capítulo en versículos. Para señalar a un lector un versículo en particular, un escritor moderno le da el nombre del libro, luego el número del capítulo seguido de dos puntos o un punto, luego el número del versículo. Un escritor puede omitir los números de los versículos para referirse a todo un capítulo, o puede extender el número de los versículos para referirse a toda una gama de ellos.
¿Cuántos versículos tiene la biblia?
El número de capítulos, versículos y palabras en el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y toda la Biblia depende de la traducción de esta, como por ejemplo, en hebreo, arameo o griego, pero las diferencias son muy pequeñas.
En español, el libro del Antiguo testamento posee 23.146 versículos repartidos en 929 capítulos. El nuevo Testamento tiene 260 capítulos que contienen 7.958 versículos. Quiere decir entonces, que la Biblia tiene 31.104 versículos que están repartidos a lo largo de todos sus libros y se clasifican por temáticas.
Finalmente, la larga búsqueda de maneras de señalar con mayor precisión el contenido bíblico nos ha llevado a este sistema de versículos y capítulos.
Aunque puede ser complejo para algunos, este sistema permite a los escritores y lectores comunicarnos con precisión sobre los pasajes bíblicos y tenerlos a la vista durante cualquier discusión en particular. Además permite estudiar día a día la Palabra de Dios y seguir haciendo parte de nuestra vida cada versículo que deje un huella en nuestros corazones.